miércoles, 16 de enero de 2008

La historia del periódico


To: Josefina C/auxiliar administrativo (pina2007@codisa.com)
From: Pablo Hernández/Jefe administrativo (srpablohdez@codisa.com)

Querida mía:

¿Como estas? ¿Como te encuentras? Yo aún sigo sin podérmelo creer, sin siquiera poder entender todo lo sucedido, aún me encuentro tan extasiado de tu fragancia, de tu olor, lo siento en todas partes de mi departamento en el que te compartí tantos sentimientos, pero… ¿Cuanto ha pasado? ¿Una semana? Siento como si hubiesen sido años, tal vez siglos, aún puedo sentir que froto tu piel fuertemente, lo siento si te cause tantas heridas, es que estabas tan inquieta, pero vi que al otro día desaparecieron o ante mis ojos se hicieron imperceptibles.
Ese día en la oficina no podía dejar de mirarte, es que ibas tan provocativa, me gustabas desde hace tanto, quería, deseaba tanto poseerte, tenerte entre estos brazos, que sabía por la sonrisa que a lo lejos me dabas que iba a ser el día escogido para que fueras mía. Se que te pareció extraño que te dijera que te llevaría a tu casa, yo tan callado, reservado y tímido, y también se que te pareció extraño que mientras íbamos en el coche te contará mis problemas maritales y te doy tantas gracias por ir a mi departamento y escuchar hasta el final mis desgracias, se que me veía tan patético.
Y entre mis miles de sollozos te besé, por un momento te quedaste inmutada, quería que me regalaras una sonrisa pero no lo hiciste, simplemente te quedaste congelada, estupefacta, así que decidí seguir, no entiendo bien porque pataleabas y tratabas de alejarme, se muy bien que tu al igual que yo queríamos que esto sucediera, tantas señales en la oficina, te arreglabas el cabello y la falda antes de entrar y decirme algo, me sonreías tiernamente a lo lejos, eras la única en saludarme por las mañanas al llegar y frecuentemente me llevabas tazas de café a mi oficina sin petición mía, todos esos detalles me hicieron entender tu mensaje.
Al llevarte a tu casa más tarde estabas tan callada, tan quieta, mirabas simplemente por la ventana, como distante, tal vez fue toda la emoción la que nos dejo mudos, yo tampoco tenia nada que decir.
Cuando trataste de salir del coche sin decir nada, sin despedirte lo comprobé, estabas tan nerviosa que ni podías abrir la puerta, así que por eso lo hice por ti, espere un adiós, un saludo final pero nada sucedió y bueno te fuiste, al subirme al coche e irme, eche un pequeño vistazo hacia atrás por el retrovisor y ahí estabas tu viendo mi coche partir, me sentí feliz, aunque tu mirada parecía un poco inexpresiva.
Espero pronto volver a reunirnos en mi departamento, sinceramente creo que volverá a ser inolvidable.
Tuyo completamente desde ahora en adelante.
Pablo Hdez.


To: Pablo Hernández/Jefe administrativo (srpablohdez@codisa.com)
From: Josefina C/auxiliar administrativo (pina2007@codisa.com)

Señor Pablo:

Todo lo que sucedido entre nosotros, evidentemente será inolvidable y ha dejado una profunda huella en mí, irremediable.
Yo aún no entiendo como paso, como sucedió todo esto, pero así fue.
Quería compartir una sincera amistad con usted porque lo sentía un ser solitario y perdido, como una amiga me acerque a usted y le mostré mi gratitud al recibirme en esta empresa y ser mi mentor, y ahora me siento un poco decepcionada.
Ese día al llegar a la oficina lo salude y con una sonrisa quería levantarle el animo tan decaído que parecía tener, le lleve una taza de café a su gusto como desde hace mas de 2 años suelo hacer y como me lo había encomendado desde el inicio de mi vida laboral en esta empresa.
Cuando se ofreció llevarme a mi casa me alegre, ya que al salir suele ser muy peligroso por las calles en las que vivo, le pregunte que le sucedía, porque lo veía triste y distraído y me conto los problemas con su esposa, que se encuentran separados por el momento, le dije que si quería platicarme en mi encontraría alguien con quien hallar un poco de consuelo, no me di cuenta cuando fue que acepte ir a su departamento pero de repente ahí me encontraba. Usted fue muy atento. De repente empezó a llorar, no sabia que hacer y cuando me pude dar cuenta me tenía en el suelo, parecía loco, frenético, trataba de apartarlo de mi pero mis fuerzas eran mínimas comparadas a las de usted, me dejo toda moreteada, violó mi confianza, mi intimidad, mi cuerpo, mi profundo ser.
De camino a mi casa quería llorar, salir corriendo y aventarme entre los coches, morir en ese momento, me sentía loca de rabia, temblaba del horror de todos los pensamientos que cruzaban por mi mente, tanto así que ni pude abrir la puerta al salir, me fui descortésmente, poco me importo y al verlo partir, un tremendo odio me embargo.
Después de esa noche llegue a mi casa y me bañe, quería arrancarme la piel, me sentía tan sucia.
Hoy, una semana después de todo lo acontecido en días pasados, me dijeron que se quedaba hasta la noche por un trabajo pendiente que tenía que entregar y yo me quede con usted. Aunque no lo sabía.
Espere a que todos se fueran de la oficina, silenciosamente entre a su compartimiento y me volví loca. Un ser tan iracundo como usted, tan perdido, tan miserable no podía seguir respirando el mismo aire que yo, no quería que esto sucediera, no quería que alguien violará así mi completo ser, mi odio fue aun mas grande que el respeto que le llegue a tener.
Y lo acontecido, verdaderamente no lo lamento.
Suya en la muerte.
Josefina Córdova


Al otro día había dos noticias que llamaban la atención en el apartado policiaco, uno era de un hombre en el cual habían cargado todas las balas de una pistola en su pecho, el asesinato fue aproximadamente entre las 10 y las 11 de la noche del día anterior, se encontraba sentado en su silla detrás del escritorio, no hubo testigos, se encontró el arma homicida tirada en el suelo de la pequeña oficina sin huella alguna.
La otra nota era de una mujer, la cual se había tirado de un puente peatonal entre las 11 y media y las 12 de la noche del día anterior, estaba desnuda, causo un colapso, ya que callo encima de un taxi que transitaba a esas horas, murió el conductor del taxi, los pasajeros afortunadamente salieron con vida, hubo otros 6 lesionados por el accidente.

Y en los anuncios clasificados la empresa Constructora Del Istmo, S.A de C.V. solicitaba un jefe y auxiliar administrativo, prometía buen salario, prestaciones mínimas de ley y un muy buen ambiente laboral.

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